viernes, 10 de febrero de 2012

le faltabas tú

Había colocado dos velas en la entrada de la cosa y había tirado pétalos de rosa a lo largo de todo el pasillo. Había echo la cama con una sábana roja recién comprada. Había recogido su habitación, todo estaba en orden, cada cosa en su sitio.
Había cocinado pasta, spaghetti para ser exactos. Era la primera vez que lo hacía, pero a pesar de todo olía muy bien.
¿Y porqué spaghetti? Porque le hacía gracia la idea de que quizás fuera un spaghetti el culpable de juntar sus bocas por primera vez, como en "la dama y el vagabundo". Estaba todo preparado, todo perfecto, pero aún le faltaba algo. Le faltaba alguien. Le faltaba la persona con la que caminar por aquel pasillo lleno de pétalos de rosa, la persona con la que tumbarse sobre aquella sábana roja. Aquella con la que compartir el sabor de la pasta. Esa persona que sería víctima de aquel spaghetti que juntaría sus bocas. Le faltabas TÚ.

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